En el transcurso de las últimas
notas traté de llevar un hilo conductor,
que es el del armado y fabricación de los
propios equipos de comunicaciones para el radioaficionado.
Comenzamos con un par de instrumentos (frecuencímetro
e inductómetro) que están pensados
para calibrar osciladores y circuitos sintonizados,
para superar el escollo más importante que
tiene el aficionado a la radiofrecuencia: el sintonizar
correctamente una etapa. Una vez armados estos instrumentos
se puede trabajar en el montaje de un transmisor-receptor
de baja potencia (QRP) que opera en Banda Lateral
Unica entre los 3,62 MHz y los 3.73 MHz, que es
la zona en que se opera en ese modo habilitada para
los aficionados con categoría Novicio.
Hace algunos años, en el Radio Club al que
pertenezco (LU3DY, Radio Club Alte. Brown) nos comentaba
un muchacho que recién había estrenado
la señal distintiva, su dificultad de conseguir
un equipo de HF que estuviera al alcance de su presupuesto
(escaso) porque los equipos nuevos eran inaccesibles
y los usados eran muy caros y no siempre estaban
en buen estado. Surgió entonces la pregunta
inevitable:
¿Por qué tengo que pagar
más de 1.000 dólares por un equipo
con 100 memorias, RIT, XIT, SHIFT, SPLIT , 10 bandas
y 5 modos si sólo quiero comunicar un rato
a la noche en 80 metros y en BLU solamente? ¿se
podrá armar algo que sea barato y funcione
bien?
Fue así que empecé a experimentar
con los QRP monobanda. Hice una serie de equipos,
de 80, 40 y 20 metros, en telegrafía (modo
que me ha dado enormes satisfacciones, como trabajar
Japón con 5 Watt) y en banda lateral.
Al principio busqué bibliografía,
básicamente de la ARRL, como el QRP Classic
o los QRP Design Notebook de Doug De Maw W1FB (SK)
y un amigo, también entusiasta QRPista (LW4DZC,
Guille, que merece un párrafo aparte, dado
que ha construído un montón de equipos,
tanto a válvulas como a transistores, manipuladores
y varios inventos más sin ser del gremio
electrónico, lo que demuestra que con ganas
y voluntad de hacer cosas el aspecto técnico
no es un impedimento), me obsequió el Technical
Topics, de la RSGB, que les aseguro que no tiene
desperdicio y las revistas QEX.
Todo este material me hizo ver que hay una legión
de aficionados que trabajan y experimentan con sus
propios transmisores, logrando hacerse de invalorables
conocimientos y también de divertirse un
montón realizando estos montajes.
En este tiempo y luego de hacer por diversión
muchos aparatos, pude adquirir suficiente experiencia
como para hacer diseños “propios”
en base a los aciertos y errores cometidos en anteriores
montajes y fue así que me animé a
preparar un equipo que es el más pedido por
los aficionados novicios y que reuniera las siguientes
condiciones:
1) ser simple: carece de circuitos
integrados (salvo el amplificador de audio), está
hecho totalmente con elementos discretos, lo que
garantiza la sencillez de comprensión de
su funcionamiento y posterior ajuste.
2) ser económico: los elementos
que utiliza son los más baratos del mercado,
pudiendo incluso utilizar componentes de surplus
o desarme.
3) ser efectivo: ¿de qué
sirve que sea barato y sencillo si no funciona?
Este equipo me ha sorprendido gratamente, tiene
una recepción muy buena y con su potencia
de salida se pueden cubrir más de 600 Km
con una modulación muy consistente. Es así
que lo presento en sociedad, habiéndolo denominado
“3DY” por las letras de la señal
distintiva del Radio Club Almirante Brown, que es
donde surgió la iniciativa de fabricarlo.
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