IMPRESOS EN 10 MINUTOS

Puede ocurrir que no contemos con percloruro férrico para poder realizar un circuito impreso y nos veamos obligados a "improvisar" con sustancias eficaces pero peligrosas. En este artículo describimos un procedimiento que requiere de mucho cuidado y no debe ser experimentado si no se toman los recaudos que le recomiendo.

DESARROLLO

Si bien el procedimiento es muy fácil, se trabaja con dos substancias peligrosas por lo que no deberá intentarse el siguiente procedimiento si no se está dispuesto a seguir unas sencillas precauciones.

Este es un procedimiento de reemplazo del sistema con percloruro de hierro, especialmente para cuando estamos apurados.

Estas son: trabajar al aire libre o en un lugar muy ventilado, ya que el proceso despide cloro gaseoso el que es sumamente irritante y venenoso.

Además se debe trabajar con guantes de goma, por lo menos hasta que se tenga experiencia y, lo más importante, la protección de los ojos con máscaras de plástico o antiparras.

Es aconsejable usar ropa vieja.

Deberemos adquirir en cualquier droguería una botella de ácido clorhídrico y otra de agua oxigenada al 100 o 130 % (vea la figura del epígrafe).

Todos estamos conscientes de que los ácidos en general deben tratarse con cuidado, pero con el agua oxigenada nos encontramos acostumbrados a usarla cada vez que queremos desinfectar una lastimadura o herida. Pero tengamos en cuenta que la que tenemos en casa tiene una concentración máxima del 40% y es para uso medicinal, en vez, la que adquirimos en la droguería es para uso industrial y mucho más concentrada.

Si nos toca la piel debemos enjuagar la zona con abundante agua.

Así, tal vez nos salvemos de que nos ataque la piel o lo hará suavemente.

Si al rato la zona donde nos salpicó el agua oxigenada se pone blanca y arde un poco, quiere decir que ha quemado parcialmente la capa superior de la piel.

Esto lo sufrí en piel propia. De todos modos es mejor el exceso de cuidado que un descuido que puede ser peligroso, especialmente en caso de que salpique en un ojo, no tengo experiencia en este caso, pero creo que lo mejor es lavar con abundante agua y acudir de inmediato el especialista. Los mismos cuidados se deben tener con el ácido clorhídrico.

Bien, veamos ahora cómo se usa. En un recipiente adecuado, vidrio o plástico se mezclan partes aproximadamente iguales de agua oxigenada y ácido (vea las figuras 1 y 2). Ahora introducimos en la mezcla el circuito impreso (al aire libre) y veremos que inmediatamente comienza una ebullición violenta con desprendimiento de gas cloro (figura 3). Esta reacción es exotérmica, es decir que despide calor lo que a su vez acelera el proceso. Aún sin el cobre del impreso, la mezcla sola se calienta despacio y despide burbujas de oxígeno.

El problema con esta especie de hervor y la temperatura es que puede dañar la pinturita o emulsión con la que estamos tratando de hacer nuestro circuito impreso.

Para retardar la reacción se puede agregar una muy pequeña cantidad de agua fría, en este caso hay que experimentar ya que poco agua no lo retarda gran cosa y el exceso puede interrumpir la reacción, en este último caso habrá que activar la mezcla con más ácido y agua oxigenada.

La solución toma un color azulado típico de las sales de cobre, una vez terminado el circuito impreso, esta solución debe guardarse en una botella sin tapar, ya que sigue despidiendo oxígeno en forma lenta durante un tiempo.

Esta solución de color azul es de cloruro cúprico, su utilidad es la siguiente: cuando debamos hacer un nuevo impreso, vamos a utilizar esta solución de cloruro cúprico de la siguiente manera; la ponemos en la cubeta y le agregamos a ella el ácido clorhídrico y el agua oxigenada, siempre en partes más o menos semejantes, veremos que si bien el ataque es menos violento y menos inmediato lo hace en forma más moderada, también puede hacerse al revés, preparar la mezcla y luego agregarle el cloruro cúprico. De todos modos debe vigilarse cuando está el circuito impreso dentro de la solución porque se va elevando de temperatura y se hace más activo, se puede moderar agregando más cloruro cúprico. Cuando terminamos seguimos guardándolo en una botella destapada.

Otra aplicación del cloruro es la siguiente; si ponemos en él un circuito impreso para eliminar el cobre, lo hace pero en forma lenta, según la temperatura ambiente y la concentración puede durar dos o tres horas, o sea que lo podemos emplear cuando no hay ni urgencia ni necesidad de vigilarlo.

Este proceso no elimina al percloruro de hierro, pero es útil cuando se tiene alguna urgencia, como en todas las cosas es conveniente experimentarlo primero con circuitos sencillos y con el sistema que se use. Yo lo he empleado con esmalte de uñas y con emulsión tipo profesional y el resultado ha sido bueno, pero cuando tengo que hacer impresos grandes o complicados prefiero el percloruro ya que es mucho más moderado y fácil de controlar.

En lo que respecta a los peligros, la primera vez que compré el agua oxigenada, el tapón plástico de la botella no tapaba bien y me mojó parte de las manos, allí aprendí como actúa sobre la piel, después nunca más tuve problemas, solo tomé las sencillas precauciones que dicta el sentido común.

 
Autor: Arnoldo Galetto
FIGURA 1
 
FIGURA 2
 
FIGURA 3