Si nos remitimos
al pasado veremos los tremendos cambios que hemos
atravesado en las comunicaciones. Si bien al inicio
del siglo XX existía el telégrafo,
surge la "telegrafía sin hilos o radiotelegrafía",
que es el origen de la radiocomunicación,
puede ser considerado el invento más notable
de nuestra época. Michael Faraday desde 1831,
estudiaba ya la inducción electromagnética
que es la base de la radiotelegrafía. James
Maxwell en 1873, establecía la base teórica
sobre la propagación de las ondas electromagnéticas
a través del espacio a la velocidad de la
luz.
Tocó a Heinrich Hertz, demostrar
experimentalmente en 1889, la producción
y transmisión de las ondas electromagnéticas
o hertzianas. Finalmente fue el genio italiano Guglielmo
Marconi, quien inventó los primeros sistemas
de radiotelegrafía, por lo que en 1896, los
patenta y empieza a dar servicio al público
en 1897, principalmente para radiocomunicación
marítima y ayudas a la navegación.
El primer enlace radiotelegráfico trasatlántico
entre Europa y América lo logra Marconi en
1901, al transmitir por aire a través de
ondas electromagnéticas o radioeléctricas,
mensajes en clave Morse, desde Cornwall (Inglaterra)
a Saint John (Terranova).
El propósito de este montaje
es que experimente transmitiendo de la manera más
simple y económica. Los transmisores de radio
más simples son los de corriente continua
(CS: onda continua) que emiten un componente de
alta frecuencia, que generan en la etapa oscilante,
sin tipo de información alguna.
Como la emisión de radio
que no transporta información no tiene interés
(por lo menos, en principio), la salida para este
tipo de aparato, para que pueda tener aplicación
práctica, consiste en emitir interrupciones
codificadas de la señal emitida (figura 1).
De esta manera, la emisión
se efectúa en forma de señales de
corta y larga duración que corresponden a
puntos y rayas.
El codigo morse, de punto y rayas,
es el que se ha adoptado universalmente.
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