Los cristales
de cuarzo empleados en muchos tipos de transmisores
para radio control realmente son componentes caros
y no muy fáciles de obtener, pero son absolutamente
indispensables cuando se desea estabilidad de frecuencia
en un circuito. De hecho, estos cristales tienen
la propiedad de "oscilar" en una frecuencia
única, independientemente de variaciones
de diversos tipos que pueden ocurrir en el circuito
principal. El uso de un cristal en un circuito oscilador
es una garantía de que no se correrá
de frecuencia, ni colocará en riesgo la integridad
del modelo guiado por radio.
Por otro lado, un factor que en muchos circuitos
influye en el comportamiento en lo que se refiere
a la frecuencia, está dado por la conexión
de la antena en la propia etapa osciladora. Esto
ocurre en circuitos simples en que el mismo transistor
es oscilador y etapa final de potencia.
El circuito que damos usa dos transistores en
lugar de uno en la etapa transmisora, y su frecuencia
está controlada por un cristal. Según
los componentes, este circuito puede transmitir
tanto en 27MHz como en 72MHz con excelente potencia.
La señal no es modulada, lo que quiere
decir que se trata básicamente de un proyecto
monocanal de onda portadora pura (CW), pero el
lector habilidoso puede fácilmente agregar
una etapa moduladora para este circuito, operando
entonces en diversos canales.
En la figura 1 tenemos el circuito oscilador
básico controlado por cristal cuya frecuencia
depende justamente de este elemento. Si el cristal
fuera para la banda de los 27MHz, su conexión
será hecha de un modo, o sea, entre el
colector y la base del transistor. Si la operación
fuera en 72MHz el cristal deberá ser conectado
de otro modo, o sea, entre la base y el negativo
de la alimentación (masa).
La señal de la etapa osciladora es enviada
a una etapa amplificadora de potencia formada
por un transistor, como muestra la figura 2. El
acoplamiento de una etapa a otra se hace simplemente
por un capacitor, lo que simplifica no sólo
el montaje sino que también elimina la
necesidad de ajustes.
Recordamos que en la mayoría de los circuitos
de este tipo, el acoplamiento de una etapa con
otra se hace con bobina en circuitos resonantes
que precisan ajustes que no siempre son fáciles
de hacer, principalmente cuando no se tiene instrumental
adecuado.
De la etapa amplificadora de potencia la señal
se lleva a la antena por un circuito "PI"
que permite el máximo rendimiento en su
transferencia. Este circuito posee un ajuste que
es el único del transmisor, y que se realiza
mediante un trimer común.
La alimentación del circuito se hace con
una tensión de 9V que puede provenir de
una batería común. El circuito completo
del transmisor es el que aparece en la figura
3, donde tenemos los valores de los componentes.
Evidentemente, por tratarse de un circuito algo
crítico en vista de su frecuencia de operación,
el mejor montaje emplea una placa de circuito
impreso. Esta placa aparece en tamaño natural
en la figura 4.
El lector que lo desee puede usar un soporte
para el cristal para facilitar su cambio en caso
de necesidad (puede ocurrir que en un lugar existen
dos transmisores que operan en la misma frecuencia,
en cuyo caso uno debe cambiar la misma).
En este circuito se deben hacer tres bobinas,
siendo esta la parte más crítica
del montaje, ya que su precisión es la
clave del rendimiento del circuito.
L1 tiene aproximadamente 1µH que consite
en 8 a 10 espiras de alambre esmaltado 18 ó
20AWG (1,024 ó 0,8118 mm de diámetro)
en horma con núcleo de derrite de aproximadamente
0,5 cm (podemos usar una horma de núcleo
ajustable para facilitar un eventual ajuste de
frecuencia de esta etapa o rendimiento).
L3 tiene las mismas caracterísicas de
L1. La bobina 2 está formada por aproximadamente
25 espiras de alambre esmaltado 28 (0,3211 mm)
en horma de 0,5 cm de diámetro con núcleo
ajustable de ferrite.
Con relación a los demás componentes,
tenga en cuenta los siguientes consejos:
La posición de los transistores debe ser
observada y el montador debe ser rápido
al soldarlos para que el calor no los afecte.
La antena consiste en una varilla de metal de
aproximadamente 1 metro si la banda de operación
fuera de 27MHz y entre 60 y 70 cm si la banda
fuera de los 72MHz.
Una antena telescópica común también
es adecuada.
El trimer C6 es común, de base de porcelana.
El interruptor S1 que acciona el transmisor es
del tipo de presión, siendo instalado en
un lugar accesible de la caja.
Una vez montado y revisado, el transmisor puede
ser probado. Para este fin el lector precisará
un receptor de la frecuencia elegida (de acuerdo
con el cristal) o bien de un medidor de intensidad
de campo. Este medidor puede ser improvisado con
un VU común o con su multímetro,
de acuerdo con el circuito mostrado en la figura
5.
Con el receptor o con el medidor de intensidad
de campo se deben ajustar los núcleos de
las bobinas y el capacitor C6 para obtener la
máxima intensidad de señal.
Si los ajustes fueran difíciles de encontrar,
las bobinas deben ser alteradas en su número
de espiras. Las tolerancias de los componentes
usados pueden influir en este punto de ajuste
aunque no es muy común que ello suceda.
En buenas condiciones de funcionamiento, en campo
abierto, este transmisor tiene un alcance del
orden de 200 metros, siendo por lo tanto útil
en el comando de barcos y hasta de aeromodelos.